El entorno laboral actual ha dejado de ser estático. Las formas de trabajo modernas son cada vez más dinámicas, y la movilidad y el constante cambio en el mundo requiere que los trabajadores encuentren nuevas formas de aprendizaje. Para poder mantenerse vigentes y ser innovadoras, las organizaciones deben actuar ante este fenómeno.
Es por este motivo que la capacitación en las empresas se ha vuelto cada vez más usual. No se trata de captar empleados, sino al contrario, es una necesidad para aumentar su productividad y positividad en el entorno laboral, sin dejar de ser relevantes.
La capacitación permite que un trabajador adquiera las herramientas, habilidades y actitudes necesarias para su puesto de trabajo. Esto no sólo le permite integrarse de forma más efectiva en el entorno laboral, sino que a su vez le provee seguridad y autoestima, lo que le permite mantener un buen nivel de motivación y productividad.
El incremento en el rendimiento que genera la capacitación viene acompañado a su vez de una reducción del estrés del trabajador, ya que este está debidamente preparado para afrontar los desafíos que su rol en la empresa le exige. Los modelos actuales de formación se nutren de herramientas digitales, entre las que destacan el e-learning y el diseño instruccional.
E-learning es el aprendizaje que se realiza a través de dispositivos electrónicos conectados a la red, y se refiere tradicionalmente a los métodos de estudio que se realizan a distancia. Su nombre proviene del inglés “electronic learning” (aprendizaje electrónico), pero no debe confundirse con la adopción de tecnología en las escuelas, sino que se relaciona con cursos de aprendizaje online, teleformación y otras modalidades similares.
Una de las principales ventajas de la modalidad e-learning es que en este tipo de prácticas no es necesario estar físicamente en un lugar determinado, sino que pueden realizarse a distancia. Al no tener limitaciones geográficas, una persona en Chile podría aprender contenidos dictados en España, Estados Unidos o cualquier parte del mundo sin problemas. De la misma manera, una capacitación de una empresa podría llevarse a cabo de forma global desde una sola oficina, para el resto de sus oficinas a lo largo del mundo.
Otra ventaja del aprendizaje online es que permite que cada alumno administre el tiempo de estudio a su propio ritmo de vida, y se conecte para aprender en los tiempos libres que tiene a lo largo del día. En las plataformas e-learning el estudiante puede decidir en qué momento va a aprender, y esto hace que su participación sea más activa, más enfocada, y eventualmente que retenga mejor la información proporcionada.
Para las empresas, a su vez, implica una reducción considerable de la inversión necesaria para realizar una capacitación, ya que evitan los costos económicos y de tiempo que implica movilizar a sus empleados a sitios específicos para dar una formación.
El diseño instruccional es la práctica de crear, desarrollar y ofrecer materiales de estudios en forma didáctica, pedagógica, y orientada a los alumnos para transmitir contenidos de forma eficaz y con una mayor calidad educativa. El objetivo del diseño instruccional es determinar cuál es la mejor manera para transmitir conocimiento de forma que sea agradable y efectiva.
Esta metodología está directamente relacionada con la psicología del comportamiento de aprendizaje. La parte esencial de esta práctica que la diferencia del resto es que se centra específicamente en el estudiante y en sus experiencias personales.
El desafío, por ende, recae en diseñar cursos o formaciones que se adapten a diversos públicos, especialmente en un entorno empresarial en el que conviven jóvenes con mayor adaptación tecnológica y adultos con mayores conocimientos generales, pero sin la destreza electrónica. Es por ello que se requiere de un planeamiento específico para cada contenido, en función de quiénes son los que van a recibir dicho contenido.
El modelo addie de diseño instruccional es uno de los más utilizados en este rubro. Consiste en cinco pasos:
Se determina quiénes van a recibir el curso y cual es la finalidad del mismo.
En esta etapa se plantean los objetivos que se intenta conseguir y se elabora una estrategia para llegar a estos.
Una vez definido el público y los objetivos, lo que sigue es el desarollo del contenido del curso, orientado específicamente a la estrategia previamente planteada.
Definir cómo se va a realizar el curso y poner en marcha el sistema que fuera necesario para poder realizar el curso.
Por último, una evaluación que permita determinar con precisión el nivel de aprendizaje de los alumnos va a permitir determinar si se alcanzaron los objetivos planteados en un primer momento y corregir errores de cara al futuro.
La conclusión evidente es que la capacitación dentro de una empresa es esencial para la vitalidad de la misma, pero requiere de una estrategia efectiva para lograr los resultados esperados. Con el crecimiento del e-learning, la facilidad para ofrecer capacitaciones dentro de las empresas aumentó, pero el nuevo mundo plantea la necesidad de un diseño instruccional que permita que todos los trabajadores se beneficien de forma eficaz de estas capacitaciones.
Frente a este nuevo desafío, existen soluciones modernas. En Lisit brindamos el servicio de desarrollo de cursos e-learning para la capacitación del personal de las organizaciones, considerando las necesidades de cada área, y adaptando los métodos de enseñanza a los objetivos planteados por cada empresa.
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